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12 Técnicas de Escritura creativa para principiantes

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Las siguientes técnicas de escritura para principiantes te servirán para mejorar tus historias y llenarlas con detalles únicos que dejarán impactado a los lectores.

¿Qué son y para qué sirven las técnicas de escritura?

Las técnicas de escritura son herramientas, estrategias y métodos que los escritores utilizan para mejorar la calidad, claridad, estructura e impacto de sus textos.

🎯 Propósitos principales de las técnicas de escritura creativa:

  1. Mejorar la comunicación escrita
  2. Estructurar ideas de manera coherente
  3. Captar y mantener la atención del lector
  4. Transmitir mensajes con impacto emocional

1. La Claridad

Imagina que quieres explicarle a tu amigo cómo dibujar un perro. Si le dices «Haz una cosa redonda, luego dos palitos, y luego ponle algo en la cara», tu amigo no va a entender nada. Pero si le dices «Primero dibuja un círculo grande para la cabeza, luego dos óvalos pequeños para las orejas…», ¡ahí sí lo entiende! La claridad en la escritura es eso: que lo que escribas se entienda facilísimo.

La claridad es la cualidad esencial de la escritura que asegura que el lector comprenda el mensaje sin esfuerzo, ambigüedad ni confusión. Implica usar vocabulario preciso, oraciones bien construidas y una lógica fácil de seguir. Evita la jerga innecesaria, las frases demasiado largas o los conceptos abstractos sin explicar. Una escritura clara guía al lector paso a paso a través de la idea.

Ejemplo:

  • Menos claro: «La adyacencia de los elementos preexistentes propició una secuencia de eventos inusual, culminando en la eventualidad de una alteración paradigmática.»
  • Más claro: «La cercanía de las viejas piezas provocó una serie de sucesos extraños, que terminaron cambiando todo por completo.»

2. La Naturalidad

Cuando hablas con tus amigos, hablas de una manera normal, ¿verdad? No usas palabras raras ni hablas como un robot. La naturalidad en la escritura es escribir como si estuvieras contándole algo a alguien de forma normal, sin forzar las palabras ni sonar complicado.

La naturalidad en la escritura se refiere a que el texto fluya de manera orgánica y suene auténtico, como una conversación genuina. Evita las construcciones forzadas, el lenguaje excesivamente formal o artificioso, y las expresiones clichés. Un texto natural es agradable de leer y crea una conexión más honesta con el lector. Es escribir con la voz propia del narrador o personaje, sin pretensiones.

Ejemplo:

  • Menos natural: «Con vehemencia, el caballero procedió a la ingesta de su frugal alimento.»
  • Más natural: «Con ganas, el hombre se comió su sencilla comida.»

3. La Visibilidad

Cuando te cuento que «había un castillo», es un poco aburrido. Pero si te digo «había un castillo enorme, con torres puntiagudas, muros cubiertos de hiedra y un puente levadizo crujiente», ¡ahora puedes verlo en tu cabeza, como una película! La visibilidad es usar palabras para que el lector «vea» lo que describes.

La visibilidad (o imaginería) en la escritura es la capacidad de crear imágenes mentales claras y vívidas en la mente del lector. Se logra a través de descripciones sensoriales detalladas (vista, oído, olfato, tacto, gusto), el uso de adjetivos y adverbios precisos, y metáforas o símiles efectivos. El objetivo es que el lector no solo lea las palabras, sino que «experimente» la escena, el personaje o el objeto.

Ejemplo:

  • Menos visible: «La casa era vieja.»
  • Más visible: «La casa era una anciana silenciosa, con la pintura desconchada como arrugas y ventanas ciegas que parecían ojos vacíos, su tejado hundido bajo el peso de los años.»

4. El Ritmo de Narración

Imagina una carrera de coches. A veces van súper rápido, y a veces van despacio, tomando una curva con cuidado. En una historia, el ritmo es lo mismo: a veces la historia va rápido, con mucha acción, y a veces va más lento, para que puedas sentir los momentos tranquilos o importantes.

El ritmo de narración es la velocidad a la que la historia se desarrolla y la información es revelada al lector. Se controla mediante la longitud de las oraciones y párrafos, la densidad de la información, el uso de diálogos vs. descripciones, y la alternancia entre escenas de acción y momentos de reflexión. Un ritmo bien manejado mantiene al lector enganchado, acelerando en puntos clave y desacelerando para crear tensión, enfatizar emociones o desarrollar personajes.

Ejemplo:

  • Ritmo rápido (acción): «Corrió. La puerta se cerró de golpe. Un grito. Otro. El eco resonó en la oscuridad. Tenía que salir.»
  • Ritmo lento (reflexión): «Se quedó de pie, observando la lluvia caer sobre el cristal empañado de la ventana. Cada gota, una minúscula perla que se deslizaba, dejando un rastro efímero. Pensó en los años pasados, en las decisiones tomadas y en el silencio que ahora llenaba la habitación.»

5. La empatía entre Escritor-Personajes

Para poder escribir sobre cómo se siente un personaje que está triste, tú, el escritor, tienes que entender de verdad cómo se siente la tristeza. Es como cuando tu amigo se cae y tú puedes sentir un poco de su dolor porque entiendes lo que le pasó. La empatía del escritor con sus personajes es eso: entenderlos tan bien que puedes hacer que sus sentimientos parezcan reales.

La empatía entre escritor y personajes significa que el autor es capaz de comprender profundamente las motivaciones, emociones, pensamientos y comportamientos de sus creaciones. No solo los describe, sino que los «siente» y se pone en su lugar. Esta conexión permite al escritor dotar a los personajes de complejidad, autenticidad y humanidad, haciendo que el lector también pueda empatizar con ellos, ya sea para amarlos, odiarlos o comprenderlos.

Ejemplo:

  • Menos empático: «El personaje estaba enojado.»
  • Más empático: «Un fuego helado le subía por las venas, apretándole la mandíbula hasta doler. No era solo furia, era esa sensación de que el mundo se había vuelto injusto, personal, y cada fibra de su ser le gritaba que tenía que hacer algo, aunque no supiera qué.»

6. La Composición de la Estructura

Piensa en construir una torre de Legos. Primero pones una base fuerte, luego construyes los pisos, y al final le pones un techo. Si pones el techo primero, ¡se cae todo! La composición de la estructura en una historia es cómo organizas las partes: el principio, lo que pasa en medio (los problemas), y cómo se resuelve al final, para que todo tenga sentido y no se caiga.

La composición de la estructura se refiere a la arquitectura general de la narrativa, es decir, cómo se organizan y relacionan las diferentes partes de la historia (introducción, desarrollo, clímax, resolución). Implica la planificación de la trama, la subtrama, el arco de los personajes y la forma en que se revela la información. Una buena estructura proporciona coherencia, tensión dramática y una sensación de completitud, guiando al lector a través de una experiencia significativa.

Ejemplo:

  • Estructura básica: Un personaje quiere algo (planteamiento), encuentra obstáculos (desarrollo), el problema principal se resuelve o no (clímax), y luego vemos las consecuencias (resolución).

7. El Tratamiento del Tema

Imagina que el tema de tu historia es «la amistad». Tú puedes escribir sobre la amistad de muchas maneras: puedes mostrar amigos que se ayudan, amigos que se pelean y se reconcilian, o amigos que se separan. El tratamiento del tema es cómo tú, el escritor, decides mostrar ese tema en tu historia, qué ángulo le das.

El tratamiento del tema se refiere a la forma particular en que el autor aborda, explora y presenta el mensaje central o la idea principal de su obra. No es solo «de qué trata» la historia (el tema en sí), sino «cómo» se profundiza en él. Esto incluye la perspectiva moral o filosófica del autor, las preguntas que plantea, las respuestas que sugiere o las complejidades que revela sobre ese tema. Puede ser optimista, pesimista, crítico, irónico, etc.

Ejemplo:

  • Tema: La guerra.
  • Tratamiento del tema (diferentes enfoques):
    • Heroico: Enfocado en el valor y el sacrificio de los soldados.
    • Anti-guerra: Centrado en el sufrimiento, la destrucción y la inutilidad del conflicto.
    • Personal: Explorando el impacto psicológico de la guerra en un individuo.

8. La Creación de Escenas

Una escena en una historia es como una pequeña película que pasa en tu cabeza. En cada escena hay un lugar, unos personajes que hacen algo o dicen algo, y pasa algo importante. Crear escenas es hacer que esas «películas» sean interesantes y te metan de lleno en la historia.

La creación de escenas implica construir unidades narrativas autosuficientes que ocurren en un tiempo y lugar específicos, e involucran a personajes en acción o diálogo. Una buena escena tiene un propósito claro dentro de la trama (hacer avanzar la historia, revelar información, desarrollar un personaje), contiene conflicto o tensión, utiliza detalles sensoriales para ser vívida y, a menudo, termina con un mini-clímax o un cambio que impulsa la narrativa.

Ejemplo:

  • «La taza de café humeaba sobre la mesa de madera. El detective se frotó los ojos, exhausto. Fuera, la lluvia golpeaba el cristal de la ventana, y un trueno lejano retumbó, haciendo vibrar los viejos cristales. ‘¿Y bien?’, preguntó, su voz ronca, mirando la pila de expedientes sin resolver.»

9. La Creación de Diálogos

Cuando los personajes de un cuento hablan, tienen que sonar como personas de verdad, no como robots leyendo un guion. La creación de diálogos es hacer que las conversaciones de los personajes suenen naturales, que cada uno hable a su manera, y que digan cosas que los hacen más interesantes.

La creación de diálogos consiste en escribir las conversaciones entre los personajes de manera que suenen auténticas, sirvan para avanzar la trama, revelar información, mostrar la personalidad de los personajes y sus relaciones, o crear atmósfera. Un buen diálogo no solo replica la forma de hablar de la gente real (con sus interrupciones, muletillas, pausas), sino que también es conciso y funcional, evitando la información innecesaria y el «expositivo» (cuando los personajes se cuentan cosas que ya saben solo para informar al lector).

Ejemplo:

  • Menos logrado: «Hola, Pedro. He venido a decirte que la joya, que es muy valiosa, ha sido robada.»
  • Más logrado: «Pedro. ¿Sabes la joya? Pues… ya no está. Se la han llevado.»

10. El Punto de Vista del Narrador

Imagina que alguien te cuenta una historia. ¿Quién la cuenta? ¿Es la persona a la que le pasan las cosas («Yo fui al bosque…»)? ¿O es alguien que lo ve todo, como un fantasma que sabe lo que piensan todos («Él fue al bosque y pensó…»)? El punto de vista es quién cuenta la historia.

El punto de vista del narrador se refiere a la perspectiva desde la cual se cuenta la historia. Define quién es el narrador y cuánto sabe. 

Los principales puntos de vista son:

  • Primera persona (Yo): El narrador es un personaje de la historia. El lector solo sabe lo que ese personaje sabe, ve y siente.
  • Tercera persona omnisciente (Él/Ella): El narrador es una voz externa que lo sabe todo: lo que piensan y sienten todos los personajes, lo que sucede en diferentes lugares, pasado, presente y futuro.
  • Tercera persona limitada (Él/Ella): El narrador es una voz externa, pero solo muestra la historia a través de la perspectiva de un único personaje, revelando solo lo que ese personaje sabe, ve y siente.

La elección del punto de vista afecta la cercanía del lector con los personajes, la cantidad de información revelada y el tono de la historia.

Ejemplo:

  • Primera persona: «Abrí la puerta con cautela. No sabía qué me esperaba al otro lado.»
  • Tercera persona omnisciente: «Él abrió la puerta con cautela, sin saber que al otro lado, ella, ansiosa, aguardaba su llegada con un cuchillo oculto tras la espalda.»
  • Tercera persona limitada: «Abrió la puerta con cautela. El miedo le apretaba el estómago. No sabía qué le esperaba al otro lado, solo que el silencio era demasiado pesado.»

11. La Creación de Personajes

Los personajes de tu historia no pueden ser solo nombres. Tienen que parecer personas de verdad: con sus sueños, sus miedos, cómo hablan, qué les gusta. La creación de personajes es darles vida para que, al leer, sientas que los conoces y te importan.

La creación de personajes implica desarrollar seres ficticios que sean complejos, creíbles y memorables. Esto va más allá de solo darles un nombre y una descripción física. Implica definir su personalidad, motivaciones, miedos, deseos, historia de fondo, peculiaridades, forma de hablar y cómo evolucionan a lo largo de la trama (arco del personaje). Los personajes bien construidos son los que conectan emocionalmente con el lector y hacen que la historia sea significativa.

Ejemplo:

  • Personaje plano: «El anciano era sabio.»
  • Personaje desarrollado: «El anciano, de nombre Elías, arrastraba los pies al caminar y sus manos, nudosas por el reuma, siempre sostenían un ejemplar ajado de ‘Don Quijote’. Su mirada, sin embargo, brillaba con una curiosidad juvenil, y sus consejos, aunque parcos, siempre venían envueltos en metáforas que invitaban a pensar más que a obedecer.»

12. Características del Género Elegido

Si vas a escribir una historia de fantasía, la gente esperará que haya dragones o magia, ¿verdad? Y si es un cuento de detectives, esperarán un misterio que resolver. Las características del género son como las «reglas» o las cosas que la gente espera encontrar en un tipo de historia específico.

Las características del género elegido se refieren al conjunto de convenciones, tropos, elementos temáticos, estructuras narrativas y expectativas que el lector asocia con un tipo particular de historia (por ejemplo, ciencia ficción, fantasía, thriller, romance, western, terror). Un escritor debe conocer y, a menudo, respetar estas características para satisfacer a su audiencia, aunque también puede subvertirlas de forma creativa. Esto incluye el tipo de personajes, escenarios, conflictos, resoluciones y elementos estilísticos que son comunes en dicho género.

Ejemplo:

Género: Ciencia Ficción

  • Características esperadas: Tecnología avanzada, viajes espaciales, futuros distópicos/utópicos, alienígenas, robots, exploración de dilemas éticos relacionados con el progreso científico.

Género: Novela Negra (Policial)

  • Características esperadas: Un crimen a resolver, un detective (a menudo atormentado), pistas, giros inesperados, una atmósfera sombría o realista, la revelación del culpable al final.

Las 12 técnicas de escritura creativas anteriores te servirán para escribir mejores historias (ricas en detalles).

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